POR: MIRIAN RAMOS NAVARRO
INTRODUCCIÓN
Estar en casa con los niños no es nada fácil, puede llegar a ser difícil y
estresante para los niñ@s y también para los padres. Por ello se dice que el juego se convierte en un gran catalizador de
emociones, ayudando a gestionar el estrés, superar el miedo que se pueda llegar
a sentir y puedan convertir situaciones desfavorables en oportunidades de
aprendizaje y desarrollo personal para toda la familia.
El juego es una herramienta estrella en este periodo pues nos va a permitir,
por un lado, que los niños vivan esta situación desde un entorno afectivo y
emocional seguro y estable, al tiempo que van a poder aprender jugando, de un
modo diferente al que lo suelen hacer en la escuela, el juego nos aleja de todo
lo superfluo y nos conecta con nuestro niño interior, aprendiendo a valorar los
instantes más sencillos.
BENEFICIOS DEL JUEGO EN CASA Y EN FAMILIA:
- Dedica un momento cada día para jugar en familia, es importante para los
niñ@s que los padres estén presentes en el momento concreto, sin distracciones
de dispositivos tecnológicos (móviles, televisión, etc.) y sientan que están
conectando con ell@s.
- El tiempo ya no es una excusa, jugar el tiempo que sea necesario, sin
mirar al reloj. Ríe y disfruta con los más pequeños. Vuelve a ser un niñ@, da
rienda suelta a tu imaginación y crea nuevas aventuras.
- Ser flexible, no entiendas el juego como una obligación más. El juego
debe conectar con la necesidad de pasarlo bien y disfrutar de tiempo de calidad
en familia.
- Crear un menú de juego que incluya a los miembros de la familia y que
permita a los niñ@s jugar solos y también con miembros de diferentes edades, es
importante que haya espacios para jugar todos juntos, con padres y hermanos y
otros, para que los niñ@s puedan entretenerse. Fomentar los aprendizajes de los
niñ@s. Aprovecha el potencial que ofrecen algunos juegos y juguetes para
complementar las enseñanzas de la escuela.
BENEFICIOS TERAPEÚTICOS:
- Fortalece el desarrollo motor y las habilidades manipulativas, ya que su
motivación le impulsa a realizar acciones deseadas y pone en marcha todo su ser
para ejecutarlas.
- Potencia la comprensión y asimilación del entorno y del mundo que le
rodea, a través de la representación de situaciones reales en ficticias, acoplándolas
a su manera para llegar a comprenderlas.
- Desarrolla la capacidad imaginativa y creativa: cuando el niñ@ utiliza
juegos y juguetes orientados a la expresión artística y creativa, como el
barro, la plastilina, los lápices de colores, o materiales diversos para
dibujar, pintar, moldear, representar, etc.
- Favorece el desarrollo del pensamiento, durante la situación de juego
simbólico, el niñ@ resuelve problemas constantemente. Tanto si tiene que pensar
qué objeto coger para que represente a un micrófono con el fin de cantar su
canción favorita en un escenario imaginado, como si otros niñ@s al crear una
historia, tienen que pensar cómo repartirse los papeles para ejercer de mamás o
papás. Todo demuestra cómo sus pensamientos y sus capacidades cognitivas están
activas durante el tiempo de juego.
- Estimula la capacidad del lenguaje y la comunicación, los juegos
ficticios ayudan al niño a poner en práctica su lenguaje, las palabras que
hacen falta, nuevas o no, para organizar a su manera una situación de juego.
Los coches, muñecas/os, animales, utensilios de cocina, variedad de alimentos
de plástico, construcciones, naves espaciales, set de peluquería, médico,
policía y mucho más, son buenos aliados para ello.
- Ayuda al desarrollo de la socialización y de la inteligencia emocional,
ya que permite al niñ@ aprender y practicar diferentes roles sociales. Cada vez
que el niñ@ juega a ser diferentes personajes, experimenta el estar en el lugar
de otra persona, por tanto aprende a entender los sentimientos ajenos y también
a desarrollar su autoestima. Ejemplo de ello son primero, los juegos de hacer
como sí, y luego, los juegos de roles y representaciones con muñecos y con
objetos, etc. En un solo acto de juego se pueden expresar e intercambiar
emociones tanto positivas como negativas.
- Contribuye al desarrollo emocional porque una de las funciones más
importantes que tienen el juego simbólico es la de hacer como “catalizador” de
las emociones del niñ@. En ocasiones hay necesidades y deseos que el niñ@ no puede
expresar con palabras y que encuentran salida a través del juego, que es el
espacio que ayuda al niño a expresar sus inquietudes y sentimientos; espacio en
parte protegido y seguro, donde expresa su realidad indirectamente, donde puede
descargar sus conflictos, frustraciones, angustias, miedos, etc. y lo hace
sobre todo con menos censura y menos resistencia.
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