viernes, 31 de julio de 2020

¿POR QUÉ JUSTO CUANDO TODO VA BIEN, COMIENZAN A COMPLICARSE LAS COSAS?

Por: Lic. Gretty Peña Urquizu*


1. TEMA

“EL IMPACTO DE LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS NEGATIVOS EN EL BIENESTAR EMOCIONAL”

2. TESIS

Los pensamientos automáticos negativos acompañan a la persona que mantiene una autoestima fluctuante e inestable, como es de esperarse este tipo de pensamiento no se genera de un día para el otro, en realidad es un proceso de aprendizaje, al que gracias a la repetición obtiene la automaticidad, así como las técnicas de afrontamiento que utilice para manejar sus problemas; y es este mismo pensamiento que genera energía negativa y distorsiones cognitivas ante cualquier situación, que a su vez podría generar un trastorno en el futuro.

Es así que cuando la persona obtiene un logro, inicia una serie de dudas acerca de su capacidad, de la oportunidad, de las consecuencias y riesgos, magnificando las dificultades por las que atravesó o tendrá que enfrentar; comienza a contaminarse con sus mismos pensamientos negativos que son automáticos; y más cuando la situación de pandemia y cuarentena, ofrece a la persona información que si bien es actual, en su mayoría es negativa y altamente influenciable no sólo a los estados de ánimo, sino también a los pensamientos y consecuentemente a las decisiones y  acciones que la persona lleva a cabo.

3. ARGUMENTOS

El cerebro humano tiene la capacidad de aprender diferentes habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores, gracias a la experiencia, instrucción, razonamiento y observación que se realice del entorno donde viven y de manera paralela obtiene información del estilo de crianza en el que una persona crece, es la cohesión de ambas que ofrece un estilo de vida, una rutina.

Dado el país que habitamos, con la diversidad de tradiciones y costumbres con las que una persona crece en el hogar, donde se forma un lenguaje oral y gestual, se comparte a la vez el juicio crítico, una posición ante una situación, se internalizan los valores y las formas de reaccionar, ante diferentes circunstancias, y tienden a ser repetidas de generación en generación.

Hablamos del aprendizaje donde el cerebro es capaz de percibir, analizar e interpretar y enviar una respuesta, y si se pone énfasis en el proceso de almacenamiento de información relevante desde la memoria a corto plazo hacia la de largo plazo, encontramos diferente información que se clasifican antes de guardarse, y es precisamente en esta parte donde se crean los pensamientos automáticos positivos y negativos que son evocados ante diferentes circunstancias y se convierte en automática por la frecuencia de uso.

Los procesos controlados son procesos que se encuentran bajo el control flexible e intencional de un individuo en estado consciente, en cambio los pensamientos automáticos son aquellos que involucran procesos automáticos involuntarios, puesto que no precisan esfuerzo y se producen fuera de la conciencia; por lo que son imperceptibles, si no se realiza un autoanálisis periódicamente.

La autoestima es la valoración, percepción o juicio positivo o negativo que una persona hace de sí misma en función de la evaluación de sus pensamientos, sentimientos y experiencias, por eso la calidad de autoestima que se tenga estará ligada a los pensamientos automáticos que se vayan generando, por el ambiente donde vive y también por la frecuencia de los mismos.

Los tipos de afrontamientos se ponen en marcha cuando se una persona se siente amenazada, donde además el problema de ser abordado y resuelto, son la focalización en el problema no en la solución, la autocrítica negativa, devaluación de las fortalezas, represión de emociones, depresión intermitente, evitación y tendencia al aislamiento, que se presentan de acuerdo a la circunstancia de fracaso, razón por la cual es importante cuidar la forma en la que enfrentamos una situación problema, los recursos que utilizamos para resolverla, y la higiene mental de la información negativa que ingresa en nuestro cerebro.

Un factor que favorece a los pensamientos automáticos negativos es el tipo de pensamiento rumiante, también llamado circular, aquel pensamiento que no se puede detenerlo, es frecuente a lo largo del día y de las actividades; esto lleva a generar el fenómeno de la profecía autocumplida, que es una creencia que, directa o indirectamente, lleva a su propio cumplimiento, es decir que mientras más se piense de manera negativa sobre una situación adversa existe mayor probabilidad que indirectamente se realicen acciones para obtener ese objetivo.

Todos estos tipos de pensamiento atacan principalmente a la autoestima de la persona, generando nuevas inseguridades, incertidumbre y creencias falsas, ante cualquier indicio de dificultad en una actividad, y es el mismo cuadro que se repite cuando las cosas marchan como se espera.

4. CONCLUSIÓN
   
Los pensamientos automáticos generan un impacto en el bienestar de la persona maximizando las inseguridades ante diferentes situaciones, lo cual genera una postura negativa ante las circunstancias adversas, por ello es importante que cuidemos la calidad de pensamientos que ingresan en nuestro sistema.

Si bien es importante vivir con información actualizada como las noticias, de la misma manera lo es tener una higiene mental realizando un conjunto de actividades que permitan mantener el equilibrio con el entorno sociocultural, como la inversión de tiempo para fortalecer la autoestima, valoración positiva de las circunstancias por más adversas que se perciban; que, a su vez conduce al autocontrol que debe iniciarse en pequeñas actividades.

En el momento que una persona logra ser consciente de las actitudes ante los problemas, es mucho más probable que puede efectuar un cambio en base al autoanálisis de las acciones y consecuencias que realiza durante el día.

*Psicóloga del Centro de Recursos Pedagógicos Integrales (CERPI) del IPTK. 

lunes, 27 de julio de 2020

“MI MUNDO HA CAMBIADO, ¿QUÉ DEBO HACER?”

Por: Lic. Gretty Mariel Peña Urquizu*

1. TEMA

“LA RESILIENCIA EN TIEMPOS DE COVID 19”

2. TESIS

Debido a la pandemia, la población  tuvo que acatar una cuarentena obligatoria y total; un cambio significativo en la rutina normal, una situación a la que el ser humano se adapta en un determinado lapso de tiempo, sin embargo por la coyuntura que vivimos muchas áreas de vida han resultado afectadas durante estos meses de confinamiento, produciendo cambios negativos que comienzan a desgastar a la persona, creando estrés y ansiedad, manifestándose como efectos psicológicos causados por la cuarentena, es por ello que es importante abordar el impacto de la resiliencia en nuestras vidas en momentos donde la mayor parte de los proyectos personales, laborales, familiares y sociales se ven afectados, pospuestos o eliminados.

La resiliencia es la capacidad de adaptarse eficientemente a los cambios y es de vital importancia que se descubra y fortalezca esa capacidad que les permitirá sobrevivir a una situación límite como lo es la pandemia y la cuarentena; con el fin de salir fortalecidos de ella.

3. ARGUMENTOS

El ser humano se rige a una rutina diaria, sin embargo está expuesto  constantemente a la toma de decisiones para realizar cualquier actividad, tomando en cuenta que desde el momento que una persona despierta, comienza a decidir desde actividades personales, hasta las actividades laborales, esto implica que el ser humano se enfrenta a situaciones que pueden salir exitosamente como se tenía planificado o pueden resultar situaciones que involucren un fracaso, produciendo una reacción en la persona, esta reacción determinará la forma en la que supere los obstáculos y pueda obtener un aprendizaje de ello, que no determine su vida, pero que le ayude a tomar decisiones más acertadas en el futuro, tomando en cuenta los riesgos a los que se enfrenta.

La resiliencia está conceptualizada como la capacidad que posee una persona para enfrentar sus propios problemas, analizarlos y superarlos, estos problemas pueden ser experimentados por reacciones emocionales como la preocupación, rabia, tristeza, enojo, ira, dolor, irritabilidad, remordimiento, miedo, culpabilidad, frustración, rencor, impaciencia, soberbia entre otros; a los cuales la persona debe sobreponerse, analizarlo, proyectar posibles soluciones y adaptarse de manera rápida y eficaz para evitar cambiar drásticamente sus rutinas a costa de su autoestima, la misma que deberá ser cuidada, ya que será desafiada en esta etapa.

Cuando hablamos de las áreas de vida que sufrieron mayor impacto, hablamos del área familiar, laboral, educativa, social y personal.

Cuando nos referimos al área familiar, es necesario saber que la dinámica usual en la que cada miembro de la familia cumplía un rol, la misma que ha sido desgastada por interacción constante, o el alejamiento de los miembros; se encuentra en mayor riesgo de ser fuente de estrés, es por ello que la resiliencia familiar debe ser tomada de manera transversal puesto que afecta a la mayoría de las actividades diarias y más en estas circunstancias cuando la persona permanece en casa casi las 24 horas del día en constante interacción.

Las relaciones que establecemos con los demás forman parte de nuestra esencia, dejan huellas y establecen la manera en la que se manejan las situaciones difíciles y se enfrentan las debilidades como ser los conflictos entre los miembros, los roles que interpretan, las tensiones no resueltas, el tiempo de calidad en familia, etc. Por lo cual existen factores a tomar en cuenta como el nivel de confianza, respeto, sentido de pertenencia, el estilo de crianza, la dinámica familiar, la comunicación y la manera de resolver los problemas; que, partiendo de la resiliencia, el enfoque en las soluciones, reduciría el tiempo que pasen dos o más personas molestas o distanciadas dentro de la familia y  es necesario establecer que los valores que rigen a cada familia, jugarán un papel importante durante la interacción y en el trabajo en equipo.

El área laboral, atraviesa una inestabilidad por la cuarentena que ha conducido a una reducción de ingresos económicos que va en descenso, lo que genera mayor incertidumbre, irritabilidad, presión y temor en la persona, y es precisamente en esta situación que la capacidad de resiliencia desafía a la forma de generar ingresos. Muchas empresas y tiendas están cerrando, sin embargo, es momento de realizar un autoanálisis de las habilidades, cualidades y fortalezas que cada persona tiene, para adaptarla a la situación y ponerla a prueba, es decir buscar nuevas formas de generar recursos para sobrevivir. Este tipo de resiliencia debe plantear en cada persona metas realistas, adaptadas, competentes, eficaces, además del fortalecimiento de la empatía a la realidad de los demás; sin duda genera un cuestionamiento a la zona de confort a la que, por rutina y pasividad la persona obtiene cierto control, que no necesariamente produce avances positivos. Son estas circunstancias que permitirán a una persona reinventarse, adaptarse a una nueva realidad que se está viviendo. Recuerda que las grandes empresas mundiales como Walt Disney, Microsoft, nacieron en tiempos de crisis, ya que el sistema económico necesitaba renovarse; las adversidades retan a las habilidades y a la creatividad del ser humano para adaptarse y sobrevivir.

El área educativa plantea el desarrollo obligatorio, a los padres de familia y a los estudiantes en general, nuevas estrategias de aprendizaje que involucra el desarrollo de nuevas competencias para continuar el proceso que es un desafío para todos los estudiantes, lo que ha generado estrés, incertidumbre y el enfrentamiento a condiciones diferentes para establecer un aprendizaje; esta situación debe ser comprendida también, por lo que genera a nivel familiar como mayor responsabilidad e involucramiento de los padres, lazos más estrechos con los hijos(as), hermanos(as) o sobrinos(as), así como la flexibilidad y adaptabilidad de los procesos cognitivos de asimilación de nueva información, además de la ampliación de canales comunicacionales y representaciones mentales, sin embargo tomando en cuenta que no toda la población estudiantil tiene acceso a la tecnología por su situación económica, es importante que los estudiantes mantengan una rutina de estudio, de lo aprendido con anterioridad para evitar olvidar lo aprendido y así mantener activos a los procesos mentales que les permitirá recibir información nueva sin mucha dificultad, esta es una forma de resiliencia estudiantil.

El área social, ha sido una de las áreas de la vida donde más impacto tuvo la cuarentena al permanecer confinados, sin poder realizar visitas o realizar actividades recreativas con familiares y con amigo(as), sin embargo, las redes sociales han coadyubado para que la situación sea mucho más llevadera y es preciso que en estas circunstancias el acompañamiento, incondicionalidad, contención y apoyo moral sea una forma demostrar interés, cariño y pertenencia.

El área personal es la última en ser tomada en cuenta pero una de las más importantes ya que nuestra estabilidad emocional y el autoconocimiento que tengamos de nuestras fortalezas como las  y debilidades tendrán un impacto grande en las decisiones que vayamos a tomar, y la manera de ser resiliente será fomentando un autocuidado, no como un lujo, sino como una inversión para la estabilidad, analizar la realidad, proponer opciones y pequeños proyectos que puedan ejecutarse, por lo que es necesario ser perseverante y mantener la entereza para manejar las dificultades y convertirlas en desafíos que podamos superar.

4. CONCLUSIÓN

La resiliencia podrá ser asumida desde el momento que la persona deje de enfocarse en la magnitud del problema al cual se enfrenta sin resolverlo, una etapa asemejada al shock, por ello la resiliencia comienza desde temprana edad, se convierte en un estilo de vida que definirá no sólo las metas a las cuales se enfoque una persona, sino también la forma de enfrentar los problemas, solucionar las adversidades y automotivarse para seguir adelante, que mientras más rápido lo haga podrá generar además de experiencia nuevas oportunidades para sí misma.

*Psicóloga del Centro de Recursos Pedagógicos Integrales (CERPI) del IPTK. 

domingo, 19 de julio de 2020

Experiencia en la implementación de silos metálicos en el municipio de Pocoata, como estrategia para garantizar la seguridad alimentaria a nivel familiar


Por: Segundino Ramos Zúñiga*

Sr. Ramón Copatiti, beneficiario de la comunidad de Tomocori
La FAO en 1999, haciendo una descripción de equipos destinados al almacenamiento de granos como maíz, cebada, trigo y otros menciona, que son recipientes con distintas dimensiones en función de requerimientos propios del agricultor, con forma cilíndrica y fabricados con láminas metálicas lisas y preferentemente galvanizadas para resistir la humedad.

(..) El silo metálico familiar es una estructura cilíndrica simple, que consta en la parte superior de una abertura con tapa para echar el grano a ser almacenado. El silo en su parte inferior lateral tiene un orificio e igualmente con tapa para extraer el grano.

¿Por qué es útil el silo metálico familiar?

El almacenamiento es la etapa donde se originan las mayores pérdidas por problemas relacionados a las condiciones de conservación. Un reporte de FAO de 1993 dice que 25% de los cereales se pierde en la post cosecha en los países del mundo en vías de desarrollo a causa de manipulación inadecuada, deterioro por la humedad y presencia de plagas como roedores e insectos.

En Bolivia, el almacenamiento de maíz, trigo, cebada y otros granos, se realiza generalmente entre uno y tres años, y en cebada hasta cinco años, a través de medios caseros como pirwas o trojes y costales (bolsas), los cuales son afectados considerablemente por plagas (roedores, gorgojos y thuta). 

Los roedores son una de las causas más importantes de pérdida en el post cosecha de granos, además que éstos depositan sus excrementos, orinas, pelos y pulgas sobre los productos almacenados, contaminándolos..

En la del norte de Potosí, el maíz, trigo, cebada son fuentes principales de la alimentación humana. El municipio de Pocoata es uno de los principales productores de maíz a nivel de región, y destina gran parte del producto al autoconsumo y los excedentes a la venta en mercados de la región. Las zonas de la cuenca Pocoata y Chaupirana son por excelencia y aptitud productoras de granos. Estos granos se constituyen la base primordial de la seguridad alimentaria junto con la papa; Además el forraje resultante es usado como alimento para aves y otros animales (ovinos y bovinos) destinados también al consumo humano.

El consumo humano de granos se mantiene constante en la mayoría de las comunidades campesinas e indígenas y de acuerdo a sus tradiciones, usos y costumbres. Este consumo forma parte de la dieta diaria en el desayuno, almuerzo y cena. Las formas de preparación de diferentes platillos y bebidas como la chicha, no ha variado mucho con el transcurso del tiempo; por eso se dice que el maíz forma parte de la historia profunda de estos pueblos y del legado transmitido a través de las generaciones.

Por esta característica socioeconómica el uso de silos metálicos es una tecnología básica e idónea para ayudar a la seguridad alimentaria, manteniendo la calidad del producto durante el almacenado por varios años y reduciendo sustancialmente las pérdidas.

Partes del silo metálico 
(Silos metálicos - Manejo de los granos almacenado)
Ventajas de la implementación de silos metálicos

1 – Visión técnica y socioeconómica de la FAO sobre el silo metálico familiar

a) Previene la presencia de roedores y otras plagas que pueden tener un impacto adverso en  la salud de los consumidores y en la conservación de los granos;

b) Es fácil de usar, es rentable y tiene un gran impacto en la lucha contra la pobreza;

c) Su precio es bajo y con un buen mantenimiento puede durar más de 15 años;

d) Facilita el trabajo de la mujer;

e)Se puede construir 'in situ' con mano de obra local y materiales de fácil acceso;

f) Es una tecnología probada y validada en varios países.

Además de las razones mencionadas anteriormente, hay otros criterios que favorecen el uso del silo metálico familiar:

a) La eficiencia;
b) La disponibilidad de materiales para la construcción;
c) La aceptabilidad del usuario.

La implementación de silos metálicos a nivel familiar en el municipio de Pocoata

Los silos metálicos familiares fueron implementados ya el año 1999 por el proyecto post cosecha  MAGDR-FAO- HOLANDA en coordinación con el municipio y el IPTK, en esta ocasión se participó en dos prácticas de elaboración y/o construcción de los silos, con la finalidad de capacitar a artesanos en la construcción de silos metálicos de forma demostrativa, desarrollándose prácticas de construcción en el templo de San Juan Bautista de Pocoata con la participación de unos 5 participantes, posteriormente se realizó otra práctica en la comunidad de Finca Esquena con participación de varias familias, lo cual era hasta ese momento una tecnología desconocida.

Con el proyecto financiado por PROSALUS – JUNTA DE CASTILLA LA MANCHA, se planteó la modificación de una actividad del proyecto que constaba en la construcción de silos de almacenamiento de papa por silos metálicos para granos, considerando la demanda como la necesidad, la experiencia de la institución fue provechosa por lo cual el cambio fue aceptado por la agencia financiera.

Mediante la asistencia técnica y acompañamiento, se ha observado de cerca el funcionamiento de los silos metálicos en la comunidad de Finca Esquena y ha sido considerado por las familias como una tecnología muy apropiada que pudo solucionar el ataque de roedores en el almacenamiento que les generaba grandes pérdidas económicas y también afectaba la seguridad alimentaria de las familias.

Testimonio: Después de 10 años aproximadamente, se visitó al Sr. Alejandro Villarpando, observándose que el silo metálico fabricado en el año 1999, tenía buena conservación y uso adecuado, a quien se le pregunto ¿Cómo había conseguido el silo? y la respuesta fue que: En una ocasión vinieron por esta comunidad ofreciendo fabricar  estos y nadie dio importancia, pero mi persona muy interesado, ofrecí un lugar en la puerta de la iglesia evangélico para que puedan realizar las construcciones, también me pidieron contrapartes para materiales la suma de 102 Bs. En ese momento nos animamos tres personas que aportamos nuestra contraparte y comenzamos a fabricar los silos lo cual se quedaron para nuestro uso. “Dios me ha enviado a unos señores que ni me acuerdo sus nombres para dejármelo estos “lata pirwas” que me sirven bastante para guardar maíz, trigo, cebada y otros cereales, lo más importante, antes mi producción primero consumía el ratón y el resto lleno de eses, orín que ni siquiera podíamos vender, pero ahora se conserva sano y muy limpio, quisiera que vuela esa oportunidad y puedo compra hasta uno 10 si es posible para todos mis productos”.

Motivados por este testimonio, a partir de la gestión 2010 se ha implementado esta tecnología de almacenamiento en un número de 30 silos metálicos financiado por PROSALUS – JUNTA DE CASTILLA LA MANCHA en los distritos de Tomocori y Chayala. A partir de 2012 se adquirió 150 silos metálicos familiares para familias de los distritos antes mencionados, con el apoyo del proyecto seguridad alimentaria nutricional y promoción de la salud de poblaciones rurales de Perú y Bolivia convenio 10-CO1-048 Financiado por PROSALUS – AECID.

Los beneficiados fueron más de 200 familias con igual número de silos metálicos con diferentes capacidades de almacenamiento (6, 9 y 12qq.) en los distritos de Tomocori y Chayala. Las familias del área de intervención del proyecto, utilizan el silo metálico para almacenamiento de maíz, trigo, cereales y otros granos, permitiendo así a las familias garantizar su seguridad alimentaria.

En el proceso de la implementación hubo bastantes dificultades sobre todo en la etapa de construcción, ya que los hojalateros desconocían la forma correcta de fabricación, lo cual con la guía del manual elaborado y el aporte técnico se solucionó. Otra limitante fue el costo alto del transporte frente a lo cual se ha solucionado con la construcción in situ.


Normativas que facilitan la implementación de infraestructura productiva:

La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, establece textualmente en el Artículo 407 numeral 1, Garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, priorizando la producción y el consumo de alimentos de origen agropecuario producidos en el territorio boliviano y el numeral 13, la de proveer infraestructura productiva, manufactura e industrial y servicios básicos para el sector agropecuario.

La ley 144 de revolución productiva establece en el artículo 17, fomentará el modelo comunitario de la Pirwa, así como los silos y depósitos como estrategia de acopio y conservación de alimentos para alcanzar la soberanía alimentaria.

Las disposiciones transitorias de la ley 144 parte Quinta, menciona que de acuerdo a lo establecido en el Artículo 17 de la presente Ley, todos los niveles de gobierno implementarán silos para el almacenamiento de los productos estratégicos priorizados y otros.

Conclusiones:
  • El silo metálico familiar es una tecnología adecuada por su facilidad de construcción y precio para el almacenamiento de cereales y se adecua perfectamente a las necesidades de la región del norte de Potosí.
  • Vale la pena apostar a la implementación de esta infraestructura productiva ya que contribuye de gran manera a garantizar la seguridad alimentaria de las familias, considerando que los cereales (granos) son una de las fuentes principales de la dieta tanto humana como del ganado.
  • El silo metálico familiar, previene eficientemente pérdidas post cosecha, lo que la vuelve una tecnología muy valiosa y útil para los pequeños agricultores.
  • Cuanto mejor es la calidad de los granos almacenados mejor será la disponibilidad de alimentos para las familias y mayor posibilidad de venta a buen precio tendrá en los mercados.
Recomendaciones:
  • Es recomendable la implementación de esta tecnología en los municipios, en el marco de las normativas tanto municipales como nacionales para fomentar la producción limpia en todas sus fases considerando que estas infraestructuras productivas garantizan la seguridad alimentaria de las familias campesinas.
  • Se recomienda realizar complementariamente a la entrega de silos metálicos, asistencia técnica para su uso y mantenimiento adecuados.
Sistema de almacenamiento rústico de granos (Cebada) Yutis y trojes y/o pirwas.

Bibliografía consultada

Danilo Majía - Lorio. (2014). Manual técnico para la construcción y el uso de los silos metálicos familiares. Roma.

FAO (2008). Silos metálico familiares. 

*Trabajador del IPTK en el municipio de Pocoata. 

viernes, 17 de julio de 2020

MARCELO: FARO Y PARADIGMA


POR: JUAN PABLO GUZMAN*
Conocí por primera vez a Marcelo Quiroga Santa Cruz en el año 1979, en la sede del Partido Socialista Uno (PS-1) en La Paz, una estrecha oficina ubicada en el segundo piso de un viejo conventillo de la avenida Pérez Velasco, sostenido en pie apenas por un soplo de eternidad antes que por sus ruinosas paredes, donde se instalaban un sinfín de locales de notarios, abogados, fotógrafos y hasta adivinos.

La presencia de Marcelo marcaba un contraste alucinante con los viejos muebles del lugar, el piso de madera que se rechinaba hasta con un suspiro, los ventanales ruinosos y algunos afiches descoloridos pegados en paredes de estuco fabricado en una era perdida. Él proyectaba un aura que parecía iluminar inexplicablemente su entorno, archivando en el olvido todo lo que antes se dibujaba como gris y herrumbrado.

Delgado y erguido como un torero, llegó al lugar enfundado en un traje azul oscuro, sin corbata, camisa blanca, zapatos pulcramente lustrados y un abrigo también azul, del que se despojaba en una ceremonia rigurosa, que parecía impuesta por un protocolo de quirófano. “Compañeros y amigos, gracias por estar aquí esta noche”, dijo, al abrir una reunión en la que permaneció siempre de pie, sin esbozar un gesto de sonrisa, aunque con una mirada aguda y de paz que hacía estaciones en cada uno de los asistentes.

Su palabra tenía la magia encantadora de los hechiceros inmemoriales. Las oraciones que pronunciaba eran perfectas, con milésimas de segundos de espacio vocal tras una coma, un segundo para el punto seguido, dos para el aparte. Énfasis donde correspondía, tono exacto para que la palabra “lucha” suene en los tímpanos como un martillazo, y para que “pasión” inunde el aire de un torbellino de euforia.

Para un imberbe adolescente como yo, estar allí, estrechar la mano de Marcelo, verlo, oírlo y descifrarlo era, además de un privilegio, una comunión fantástica con el ídolo, no en el sentido religioso ni místico, sino en el significado del guía que alumbra, del maestro que descifra el mundo con palabras cautivantes.

Marcelo transmitía esa presencia imantada en cualquier acto político. Recuerdo uno, en la simbólica Garita de Lima, donde los jóvenes de colegio y universidad organizamos un mitin programado para las 18.00, en el que el líder tenía planificado hablar a las 18.30. Y así fue. Los oradores previos balbuceamos algunas ideas sobre “la coyuntura” en discursos improvisados, ante pocas decenas de asistentes, gran parte de ellos curiosos, comerciantes de la zona o desprevenidos, quienes nos ignoraban con una impávida indiferencia.

Ni siquiera teníamos suficiente gente para cortar el tráfico, por lo que micros, colectivos, camiones y taxis circulaban libremente alrededor de la plaza, hasta que… comenzó a hablar Marcelo, a las 18.30. En punto. En ese instante todos volcaron su mirada y atención hacia él. Los transeúntes paraban el paso, los conductores bajaban la velocidad de sus coches, las “caseras” calmaban a sus bebés para escucharlo. Quiroga Santa Cruz podía fabricar esas burbujas atemporales, ajenas al mundo del que surgían.

¿Apología? No. Marcelo administraba esos dones, fruto de una inteligencia cultivada con disciplina, en la que el verbo de su palabra tenía la diáfana capacidad de explicar, con la precisión de un relojero y la magia de un alquimista, desde las tareas rutinarias que deberían cumplir los militantes del partido, hasta la génesis del ser boliviano, apoyado en ideas que citaba de la política, la literatura y la filosofía, como cartas manejadas hábilmente por un gitano.

Estos días, y más, el próximo 17 de julio de 2020, seguramente se dirá mucho de Marcelo Quiroga Santa Cruz, al cumplirse 40 años de su asesinato. Habrá muchos artículos y letras para recordarlo. Estas, apenas quieren rememorar las sensaciones que, hace cuatro décadas, inspiraba Marcelo en sus seguidores, que de un puñado de hombres y mujeres se transformaron luego en miles.
La memoria de Quiroga Santa Cruz se ha ganado el derecho a la perpetuidad, y hoy, quienes lo evocamos con la inevitable nostalgia de lo perdido, haríamos mal en silenciar nuestra fidelidad a su temperamento.

En una entrevista a radio Fides, en 1971, Marcelo se dibujó a sí mismo y a sus principios, al declarar: “… no podría aceptarme a mí mismo, en condición de intelectual, si no fuese capaz de decir, en todo momento, y a pesar de cualquier consecuencia, aquello que pienso”.

Así lo hizo y pagó el precio más alto por ello. Quizás por eso, es inevitable entremezclar la devoción con la tristeza. 40 años después, la aflicción es aún irrefrenable porque con él seguro Bolivia hubiera sido distinta y mejor. Porque Marcelo fue lo mejor que esta tierra dio a sus hombres y mujeres en décadas de sequía política e intelectual, que aún hoy padecemos, casi resignados a la mediocridad.

Parafraseando a Albert Camus, podríamos decir hoy que la guerra sin uniforme en la que cayó Quiroga Santa Cruz no tiene la terrible justicia de la guerra a secas, en las que los proyectiles del frente hieren a cualquiera, al mejor y al peor. No. En la guerra indecible en la que perdimos a Marcelo, fueron los mejores los señalados por las balas, los mejores que se ganaron el derecho a hablar, pero perdieron el poder de hacerlo.

*Periodista

jueves, 16 de julio de 2020

Un país DESQUICIADO

Por: Jorge Richter Ramírez*


Han desconfigurado el país. Desconfigurado significa que los factores cardinales que determinan el orden, la estabilidad y la convivencia social en el Estado se han desordenado profundamente hasta permanecer en una situación de descontrol. Elementos raciales, identitarios, culturales, dialógicos, institucionales, sociales y, esencialmente constitucionales, se han desconectado de la normalidad Estado-sociedad-gobierno. La desconfiguración estatal es una secuela lógica de algo. En el caso de Bolivia, es el corolario de quien expropia la presidencia para desplazar y atender sus ansiedades políticas, es una captura del poder que sojuzga y no construye.

En política se llega al control del gobierno por dos travesías líneas: la institucional eleccionaria que señala siempre el ordenamiento mayor e interno de los países y la vía forzada, colindante a estados de fuerza que trastocan el precepto constitucional.  Cuando se asalta el poder, tanto la legalidad como la legitimidad de los nuevos gobernantes queda en entredicho de forma indeleble. Los esfuerzos retóricos y las modernas estrategias de construcción de imagen no retiran de escena aquello que en el imaginario social se instala asociativamente a un hecho de ruptura de la estabilidad democrática.  Es previsible en ese escenario, cuando el ciclo impiadoso de la venganza no logra consumarse y agotada ya la fuerza de la represión ver como la falsedad gobernante se desquicia en forma acelerada. Si a esta situación se incluye impericia y ausencia de capacidades por desconocimiento de las lógicas de incidencia sociales, el resultado es un desgobierno con retirada anunciada.

Shakespeare por medio de su persistente Hamlet nos expresó unas palabras: “el tiempo está fuera de quicio”. En un tiempo desquiciado, “un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo…” decían Marx y Engels. Sobre esta fórmula, Jacques Derrida documentó su obra Espectros de Marx. Los espectros -y acá su valía- no son solamente aquellos que retornan de un ya recorrido pasado, sino de algo que está por llegar. Los espectros son reapariciones de lo acaecido, pero también algo que prorrumpe a ser y concretarse.  Los espectros del autoritarismo antidemocrático y segregador insinúan hoy reinstalarse en nuestro espacio nacional. En tiempos de odio incontrolado, no es uno solo, sino varios: injusticias, derechos perdidos, violentar al otro, dañar, detener. El espectro es la incivilidad política que pensamos ya suprimida.

¿Tiene la política todavía algún sentido? se preguntaba Hannah Arendt en los años ´70. Una interpelación que abandonaba la simplicidad y rechazaba la respuesta sencilla para centrarse en el daño que había producido la política, los hechos desgarradores y angustiantes de los que era responsable y los que amenazaba aún desencadenar. Ante el emplazamiento entonces, la mirada y la voz que habla y que refiere al sentido mayor de la política: la libertad.

En este Estado desquiciado, desconfigurado en cada ángulo, la sensación de que la política nos está matando se convierte en una aporía real. La insolvencia para desprendernos del odio racial, debería llevarnos a algo más que leer los periódicos del día buscando ver reflejadas nuestras satisfacciones de desprecio al otro, siempre disfrazadas de cobertura noticiosa, y preguntarnos, si este sin sentido construido por la obsesión de juzgar y castigar, de arrogarse el derecho de encontrar culpables, de marginar y de definir quiénes son dignos de ser aceptados en esta sociedad, es algo que nos hace mejores. Madison aseguraba que en las sociedades se trata de convivencia de hombres y no de ángeles, y para ello, evitar la destrucción de unos con otros solo es posible mediante un Estado centrado en la libertad e igualdad de sus ciudadanos y organizado de forma institucional.

Bolivia, julio de 2020, gobierna un grupo desquiciado que piensa que imponer es mejor que elegir democráticamente. 

*Politólogo

jueves, 2 de julio de 2020

ELECCIONES EN DISPUTA*

Por: Jorge Richter Ramírez**




En enero de 2006 se produce en Bolivia un cambio en las élites gobernantes. Los sectores sociales tradicionales detentadores del manejo y administración del Estado, ingresan, ya en el final de su ciclo político, en una profunda crisis que los conduce a un tiempo de retirada. Los grupos sociales periféricos e invisibles para la acción política, después de un lento proceso de acumulación histórica, con demandas insatisfechas y no atendidas por los gobiernos del momento liberal, las conectan para formar cadenas equivalenciales frente a la intención de la partidocracia dominante por constreñirlas. Así, las organizaciones demandantes se organizan en “pueblo” —en el decir de Laclau y Mouffe—, hasta acoplarse políticamente con un liderazgo visible e instrumento político que pergeñe sus primeras aspiraciones de toma del poder político.

Los sucesos comprendidos entre 2000 y 2003, que condujeron al cierre del ciclo neoliberal, fueron la manifestación viva del Estado político boliviano que produjo una nueva fragmentación étnica, social y política. El proceso circular de sustitución de elites gobernantes y sus correlatos sociales se instaló en 2006 e inició un nuevo estado de tensiones y polaridad social.

El 10 de noviembre de 2019 señala la instalación de otro momento de hostilidad de los factores históricamente opuestos. La lógica circular volvió a chocar como placas tectónicas provocando estadios de conflicto cada vez más altos. Ante ello, la pandemia y la crisis política, y la pregunta: ¿cómo avanzar?

En un momento de calamidad humanitaria, de catástrofe devastadora, ¿quién salva?, ¿el Estado o el mercado con su lógica estadística? Atendiendo a Émile de Girardin que decía “gobernar es prever”, la sensación de responsabilidad primera se dirige sobre el Estado. La información sobre el paso de la pandemia muestra a sociedades, instituciones, organizaciones y agentes económicos que van convenciéndose de que es el ente estatal quien, ante una amenaza descontrolada, puede salvarlos. El Estado inexcusablemente ha asumido gastos e inversiones urgentes, salvatajes, asistencias y preocupación por sus ciudadanos de forma directa. Esto ha visto el mundo, sin detenerse en el modelo, el sistema y la forma de gobierno. Por tanto, congregando todas las responsabilidades y ansiedades sociales, su capacidad y fortaleza debe ser absoluta, genérica y sin fisuras. Ello implica un nuevo pensar de la dimensión que debe alcanzar y su vínculo directo con la democracia.

Un Estado fortalecido no es necesariamente un Estado más grande y un Estado noventista tampoco es uno más reducido. Para no dar lugar a un Estado fallido (que no respeta las libertades, impone una democracia restrictiva, acentúa y patrocina las desigualdades), su remodelación debe atender factores mínimos de urgencia impostergable: la conformación de su gobierno y la institucionalidad, el sentido de legitimidad y legalidad y el deber de estar bien constituido. Con ello habrá mejores posibilidades ante la crisis multisectorial y la opción de construir y establecer una agenda de consensos para las reformas sustanciales que Bolivia ya solicita. Países que han logrado controlar la pandemia muestran gobiernos que, aunque varios estaban señalados por su actuar en la política cotidiana, tenían solidez de legalidad y legitimidad.

Cabe reflexionar entonces en esta coyuntura de remodelación fáctica del Estado: ¿cuánta valía se otorga a su institucionalidad? ¿Nos preocupa el debido orden institucional, como forma de reaseguro ante intenciones que busquen interrumpirlo, reducirlo, desequilibrarlo y, en consecuencia, reconfigurar una relación de poderes que finalmente deje mediatizados los derechos progresivos, la igualdad y las libertades individuales y colectivas? todo esto frente a lo sensible de una crisis sanitaria. En definitiva, signados por el mal trance, la cuestión es: ¿salud ciudadana o salud institucional? ¿O ambas?

Las crisis no son estacionarias y tampoco inmóviles, sino que expresan dinámicas en movimiento que refieren a fases de descomposición del estado de situación de intervalos coyunturales específicos. La presencia del COVID-19 en Bolivia no impacta de forma lineal y única; adquiere resoluciones, ritmos y profundidades distintas. Su incidencia en los ámbitos poblacionales, territoriales y estatales logra niveles de intensidad desiguales que rápidamente alcanzan dimensión política por continuidad de los hechos de noviembre. Esto implica mayor tirantez y polaridad social. Significa que el estado de crisis multisectorial, irresuelto e incontrolado, no interrumpe su devenir, sino que prosigue su expansión hasta franquear a la siguiente etapa. Después de la crisis y el hecho político absoluto, la fase siguiente es el colapso, un momento de desorden y desgobierno pleno.

A consecuencia de la pandemia, la humanidad y los países avanzan hacia sistemas democráticos reconvertidos, donde el primer poder del Estado, expresado en la representación de la Asamblea/Parlamento, por los cursos de emergencias continuas que se avizoran, decrece en manos de tendencias que buscan exagerar el personalismo del Poder Ejecutivo. Esto representa una resignificación también de la confección de las normas: más decretos que regulen actividades específicas y una baja producción de leyes. Todo ello, por los estados de excepción y seguridad, que en una psicosis generalizada intentan, subjetiva y continuamente, esta redefinición de roles y jurisdicciones políticas.

En este escenario también impuesto en Bolivia y con una pandemia instalada por tiempo indeterminado, la vía democrática e institucional que facilite preocuparse por la crisis multisectorial está en electoralizar la coyuntura en la fecha señalada, hecho necesario para obtener una perspectiva de solución, reducir ansiedades políticas causadas por el enfrentamiento y descontento de la crisis política irresuelta y enfocarse, desde el Gobierno, en una estrategia posible sobre los efectos devastadores de la enfermedad. Esto es, remodelar hoy e imperiosamente el Estado en la línea institucional y constitucional.

*Artículo publicado en "La Razón"
** Politólogo