martes, 26 de mayo de 2020

Consternados, rabiosos

Han pasado 64 días y ya la cuarentena se cae a pedazos, se filtra por mil huecos

POR: VERÓNICA CÓRDOVA*

LA JEUNE FILLE À LA FLEUR, MANIFESTACIÓN CONTRA LA GUERRA DE VIETNAM. WASHINGTON, 1967 © MARC RIBOUD, COLECCIÓN DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE LA VILLE DE PARIS.

La gris consternación viene del miedo, de la peste bordeando las esquinas, aislándonos en calles sin trabajo y casas sin pan, en rostros tapados y sin sonrisas. La consternación de no saber qué viene después de mañana, de no poder soñar, de no tener certezas. La consternación está en los hospitales, en el gemido inútil de las ambulancias, despertando a los viejos y haciendo que se asomen a las ventanas. La consternación está en las aulas vacías, en los changos prendidos al teléfono para encontrar una voz amiga, una semblanza de vida cotidiana.

Estamos consternados por ver a compatriotas peregrinar en busca de información, de ayuda y de justicia. Consternados sabiendo que lo que nos informan es solo la punta más pequeña de una enorme montaña. ¿Cuántos no saben que están enfermos? ¿Cuántos lo sospechan, pero se esconden temerosos de un sistema que, lejos de acoger y cuidar, te aísla, te estigmatiza, te maltrata y finalmente te desahucia a morir en soledad y a enterrarte en una indignidad clandestina?

Nos consterna la aparente inutilidad de nuestro enorme sacrificio. Llevamos 64 días sin trabajar, sin encontrarnos, aceptando con la cabeza baja un Estado de sitio disfrazado, y todo ¿para qué? Se supone que la cuarentena es una medida que permite aplanar la curva y ganar tiempo para estar listos cuando los casos nos desborden. Han pasado 64 días. Seguimos haciendo menos de 300 pruebas diarias (en un promedio generoso).

Seguimos sin insumos de bioseguridad. Los laboratorios públicos no funcionan (y los privados cobran lo que quieren). No hay respiradores de terapia intensiva. El número de médicos y enfermeras, que ya era insuficiente, disminuye: muchos han enfermado, algunos han muerto y otros han renunciado ante la enormidad del desafío y tener que enfrentarlo sin las condiciones adecuadas. Han pasado 64 días y ya la cuarentena se cae a pedazos, se filtra por mil huecos. No hay miedo lo suficientemente fuerte para contener la estampida.

Así estamos. Consternados, pero también rabiosos. La rabia de saber que nos ha tocado una de las peores crisis de la historia justo en un momento de inestabilidad, de división y de dictadura. La rabia de haber caído en manos ineptas, indolentes e ilegítimas en el momento en que más necesitábamos experiencia, unidad y certeza. Da rabia que nos amedrenten con aviones, tanques y metralletas. Da rabia que usen a Dios y a la Biblia para rociarnos desde el cielo con agua bendita, que hagan ayunos en lugar de gestionar la crisis de forma racional y organizada.

Da rabia que utilicen raseros diferentes para juzgar y castigar faltas similares. Da rabia que se entren a la casa de una familia y la saquen a rastras en medio de la noche por el supuesto crimen de celebrar un cumpleaños; mientras otros se publicitan rompiendo la cuarentena para “rezar” y hacer campaña. Da rabia que Tarija deba mandar a La Paz o a Santa Cruz sus pruebas de COVID-19 por tierra y esperar los resultados hasta una semana, mientras los aviones se usan para trasladar amistades, suegros e invitados a fiestas.

Da rabia que se aprese a alguien por difundir sus ideas, pero no se detenga ni investigue a quienes se atribuyen a sí mismos funciones policiales y se fotografían cargando bazucas y fusiles. Da rabia, mucha rabia, que después de repartirse empresas del Estado y llevarlas a la quiebra, ahora se atrevan a robarnos la salud y la esperanza. No solo compran sustitutos que los médicos se rehúsan a usar, sino que son capaces de lucrar con los que mueren asfixiados por falta de respiradores. Dijo el poeta que la plomiza consternación se nos irá pasando, pero la rabia quedará y se hará más limpia. Nos dará claridad para salir de esta pesadilla.

*Cineasta boliviana

sábado, 23 de mayo de 2020

EL AGRO-CAPITALISMO CRUCEÑO, ALOJADO EN EL GOBIERNO DE TRANSICIÓN, APROVECHA LA CRISIS EPIDEMIOLÓGICA PARA APROBAR USO DE TRANSGÉNICOS EN BOLIVIA


Por: Álvaro Céspedes Q.*


La situación de crisis que estamos atravesando a nivel global debido a la pandemia del COVID-19 ha develado el agotamiento de la crisis civilizatoria, los modos de consumo y producción que han ido arrasando con los recursos del planeta y han derivado en desequilibrios ambientales que están relacionados con la crisis epidemiológica del COVID-19. Se puede advertir que la crisis epidemiológica no es un grado más de la crisis ambiental, es el punto más crítico de la crisis ambiental[1]. Este momento que surcamos como humanidad proporciona una oportunidad de transformación, de construir nuevas relaciones más armónicas con la naturaleza que no estén definidas por la dominación y explotación utilitaria de recursos de la madre tierra, o seguir la incesante inercia social bajo el modelo de producción y consumo que nos impone el capitalismo, con sus visiones de desarrollo, progreso y modernidad, que están llevando a una terrible catástrofe socioambiental planetaria, la cual se vislumbra en la crisis climática global y próximas pandemias que transitaremos.  

También es importante destacar que esta crisis es “múltiple, generalizada, multifacética e interrelacionada, además de sistémica. Nunca afloraron tantos problemas simultáneamente, que rebasan lo sanitario, mostrando efectos en lo político, económico, ético, energético, alimentario y, por supuesto, cultural” (Acosta: 2020). En el campo político esta crisis esta provocando que las elites políticas y las clases dominantes aprovechen este momento de desarticulación y desorganización (aparente) de la sociedad civil, para promover políticas antipopulares que profundizaran las desigualdades socioeconómicas en gran parte de los territorios de la región en Latinoamérica y el planeta. Así mismo, el impacto de la pandemia en los sistemas políticos y la democracia en los países del mundo esta derivando en el auge de gobiernos autoritarios que bajo el discurso de la emergencia sanitaria utilizan discrecionalmente el ejercicio de la fuerza y la represión estatal para justificar la implementación de estas reformas.

Este fenómeno se ve reflejado en las prácticas gubernamentales que viene desarrollando el actual gobierno de transición en Bolivia, por un lado, de implementación de reformas orientadas a favorecer a sectores empresariales nacionales y transnacionales en desmedro de la salud, la soberanía y seguridad alimentaria de la sociedad boliviana y, por otro lado, un fuerte componente de uso de la violencia, a través, de las fuerzas del orden. Aunque es importante resaltar que el ejercicio desmedido de esta violencia estatal no surge de la crisis del COVID-19, sino es constitutivo en el proceso de consolidación de este gobierno[2].

Por otra parte, la aciaga gestión de la crisis sanitaria de este gobierno, que deriva en la crisis económica que vive el país, está acompañada de inoperancia en la gestión pública, desconocimiento de la realidad económica y en hechos de corrupción que están limitando las inversiones en este estado de situación[3]. En consecuencia estas acciones se están viendo reflejadas en la incapacidad para administrar adecuadamente esta crisis que está engendrando focos de protestas sociales en espacios urbanos y rurales del territorio nacional, donde el encierro domiciliario es insostenible para la supervivencia de estas poblaciones de bajos ingresos económicos, que en última instancia tienen como opción, o morir por el virus o morir de hambre.

En este escenario problemático las políticas asumidas por el gobierno transitorio tienden a profundizar la crisis en vez de mitigarla. Añez y representantes del agro negocio boliviano en palacio de gobierno  aprobaron el Decreto Supremo N° 4232 el pasado 8 de mayo de 2020, el cual autoriza establecer procedimientos abreviados para que el Comité Nacional de Bioseguridad evalúe en 10 días en primera instancia (hasta el 17 de mayo) y a partir de múltiples protestas suscitadas, definen ampliar el plazo a 40 días. Este decreto contempla la producción de 5 cultivos transgénicos, maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa[4]

El marco institucional en Bolivia para que empresas e instituciones puedan desarrollar la implementación de semillas transgénicas en cultivos agrícolas, está establecido en  Ley 1580 del 20 de Julio de 1994 y reglamentado en el Decreto Supremo 24676 del 21 de Julio de 1997.  Dentro de esta reglamentación, el Comité Nacional de Bioseguridad es un Comité Asesor conformado por representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Desarrollo Rural y Tierras, Desarrollo Productivo, Salud y representantes del sistema universitario. Este comité mediante un proceso evaluación definirá, con “estudios en campo”, si pueden o no ser aplicados estos cultivos en el país. Aunque hay que destacar que este Comité de Bioseguridad está compuesto por funcionarios de estos Ministerios, los cuales se cambian frecuentemente y poseen filiación política[5], este aspecto sesga la objetividad al informe que emitirá dicho comité.

Las decisiones gubernamentales de proceder a la  implementación de semillas transgénicas en Bolivia no datan como antecedente en el decreto aprobado por el gobierno de Añez. Hay que mencionar algunos eventos en los últimos gobiernos que estuvieron en sintonía con políticas vinculadas al modelo del agronegocio soyero. El año 2005 “el gobierno del presidente Carlos Mesa aprobó la producción y comercialización de soya transgénica resistente al herbicida glifosato. Para ello tuvo que pedir a la policía que desaloje a periodistas y representantes de organizaciones campesinas que se hicieron presentes en el Ministerio de Desarrollo Sostenible, durante la reunión del Comité de Bioseguridad, entidad responsable de tal aprobación” (Observatorio Cambio Climático y Desarrollo, 2015).

El Gobierno de Evo Morales no fue una excepción a la norma, éste no dudó en abandonar la agenda de la madre tierra y el vivir bien para enfrascarse en la lógica del extractivismo de los recursos naturales y el extractivismo agrario como componente estructural del Nuevo Régimen Agroalimentario Mundial[6]. Un indicador de estas acciones se pueden observar en las relaciones de pugna política y oposición que estableció en el primer periodo de gestión de gobierno (2006-2009) con estas elites políticas y económicas cruceñas afines a la agroindustria; estas pueden ser comparadas en un segundo periodo de gobierno donde se establece “una aparente alianza iniciada entre los años 2013 y 2014” (Economía Bolivia, 2013; Ortiz, 2013 citado en Mckay 2018). Desde este momento se vio a Morales participando de reuniones y eventos con las asociaciones que representan a la agroindustria, como son la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO).

Las buenas relaciones que establecieron Morales con el empresariado agroindustrial cruceño derivaron en políticas que favorecieron a este sector; como promover la ampliación de la frontera agrícola “en 250.000 hectáreas adicionales a las 1.300.000 hectáreas que ya tienen actividad con el sembradío de soya transgénica desde el año 2004” (Erbol, 2020). “Además de intensificar la generalizada extracción de los recursos naturales, es decir, no solo gas y minerales, sino de productos agropecuarios […]  Este modelo extractivista y latifundista no solo devasta la naturaleza sino que socava las bases institucionales y democráticas de la sociedad boliviana” (Urioste, 2018: 5-6 citado en  McKay, 2018).

La ampliación de la frontera agrícola para producción de soya transgénica, fue acompañada de la “autorización de forma excepcional al Comité Nacional de Bioseguridad evaluar y aprobar el uso de los “eventos transgénicos” soya HB4 y soya Intacta Pro para su uso en la producción de biocombustibles y le dio un plazo de 60 días” (Opinión, 2020). En ese sentido, el Decreto Supremo N° 3874 aprobado por Morales el 18 de abril de 2019 intentó implementar nuevos eventos transgénicos, aplacados en su momento por múltiples protestas sociales que impidieron su progreso.

Lo que se distingue de estas gestiones gubernamentales, sean tendientes al liberalismo o progresistas, es que sin distinción alguna, han dado lugar a que el modelo agroindustrial se consolide en una alianza capital-Estado. En el periodo del MAS le permitió tener el control sobre el aparato estatal (lo que también se repite con el gobierno de Añez) y en relación al “sector agro-capitalista conservar el control sobre el complejo soyero” (Ídem, 2018). Lo que se evidencia es un continuum en la política agraria extractivista, Morales con su retórica contradictoria de Revolución Agraria, Soberanía Alimentaria y ley de la Madre Tierra, ahora Añez en asociación con el empresariado cruceño, pretenden introducir la producción de semillas transgénicas bajo el pretexto de robustecer la seguridad alimentaria en el país y generar mayor crecimiento económico. Aunque hay que subrayar que por el contrario a este criterio, la situación del agronegocio soyero tiene grandes problemas, uno de ellos es la viabilidad económica de este modelo[7], este argumento tiene una base bien sustentada en trabajos de investigación y estudios sobre el complejo soyero en Bolivia.     

Partiendo de la tesis que este modelo está en crisis en Bolivia por diversidad de problemas que presenta en su estructura de acumulación y las externalidades que genera, se expone a continuación algunos elementos que sostienen dicha afirmación[8]. El agro negocio carece de capacidad para industrializar la soya que produce, porque lo que en realidad exporta es materia prima semiprocesada en grandes volúmenes y por tanto no agrega valor a su producción. La ausencia de este componente es el que desencadena en las desarticulaciones intersectoriales complementarias que deberían estar insertadas en el procesamiento industrial, así mismo, la manufactura crea empleos mediante esta vinculación intersectorial, la soya semiprocesada que se exporta no produce estas articulaciones.

Este modelo extractivista produce alta concentración en la cadena de valor, donde la mayoría de los componentes de esta cadena no se producen en Bolivia. El 70% de la tenencia de la tierra está en manos del 2 % de propietarios medianos y grandes, tener el control de la tierra significa tener el control sobre el elemento de producción donde se realiza la soya y la plusvalía. Solo 4 empresas extranjeras[9] controlan el 85% del mercado de soya en Bolivia y los insumos como semillas, maquinarias y agro-químicos que deben ser importados de China, Brasil y otros países. Por tanto, es un modelo altamente dependiente del agronegocio transnacional, donde la mayor parte de beneficios económicos ni si quiera se quedan en el país.

En términos ambientales la producción de soya de base transgénica origina severas consecuencias como daño de suelos, deforestación indiscriminada, pérdida de biodiversidad,  disminución de la fertilidad, erosión de los suelos y contaminación de las fuentes de agua. “Desde la legalización de las semillas transgénicas, la cantidad de agroquímicos utilizados en la producción ha superado con creces a la superficie cultivada. […] Además que producen nuevos tipos de malezas y plagas que amenazan sus cultivos, por lo que  requieren nuevos tipos de herbicidas y pesticidas”. (Ídem, 2018). Estas condiciones afectan principalmente a los pequeños productores soyeros que por falta de maquinarias, insuficiencia económica para comprar semillas de calidad y agroquímicos, sumados a la ubicación y calidad de las tierras que poseen, hace que se encuentren en menor capacidad de producir y competir en las mismas condiciones que los grandes productores de soya. Igualmente la degradación ecológica y erosión que sufren estos suelos, consolida un sistema de ocupación constante y progresivo de nuevas tierras para la agroindustria, que impulsa la expansión de la frontera agrícola hacia áreas protegidas y territorios indígenas de forma ilícita[10].

En definitiva el modelo agroindustrial de base transgénica es depredador en esencia y no puede ser sustentable “cuando no puede mantenerse en el tiempo, sin ayuda externa y sin que produzca la escasez de recursos existentes. Además, conduce a una generalización de la pobreza y crisis económicas recurrentes” (Acosta, 2011: 87). Esta aseveración se aplica a los procesos de deforestación, que no solo están provocando pérdida de la biodiversidad o efectos ambientales adversos en estos espacios, también derivan en impactos que se producen en las comunidades indígenas que dependen del bosque para su sustento. Los pueblos indígenas de Lomerío, Guarayo e Isoso son los más afectados, puesto que se encuentran alrededor de la expansión de la frontera agrícola soyera; bajo estas condiciones, condenados a la pobreza y en un futuro abandonar sus territorios destruidos por el desarrollo agroindustrial.

Por otra parte, no existen muchas oportunidades laborales que el agronegocio pueda aportar al país. Esta forma de producción al ser mecanizada requiere menos fuerza laboral, además, de estar inserta dentro de una economía desarticulada sectorial y socialmente. Según un estudio realizado por la Fundación Tierra el sector agropecuario solamente emplea 32.000 personas, dato abismal que se contrasta frente al criterio que defiende la agroindustria, el cual dice aportar al país con 1.000.000 de empleos directos e indirectos[11].

Un último aspecto que hay que considerar, a partir de los argumentos que se despliegan de las voces que surgen de este sector, que hablan de los grandes beneficios económicos que la agroindustria aporta al país por concepto de renta o tributos fiscales provenientes de la exportación de soya. Es necesario esclarecer que “en Bolivia el Estado no recibe un solo centavo como impuesto específico gravado al extractivismo agrario, ni ingresos del impuesto a la propiedad de la tierra de los grandes terratenientes[12] y, lo que es peor, en la última década las importaciones de alimentos se han casi triplicado. […] Al contrario, el Estado subvenciona el “modelo” a través de los subsidios a los combustibles, la construcción de carreteras, la ausencia de una regulación laboral que defienda los intereses de los trabajadores agrícolas asalariados – que en la práctica equivalen a los peones de antes de la reforma agraria de 1953” (Urioste, 2018: 5, citado en  McKay, 2018). Se debería continuar dando concesiones y beneficios a un modelo que en vez de traerle beneficio al país, le trae grandes problemas, bajo estas evidencias ¿no cabe más bien echar por la borda este modelo agro-extractivista?.

*Sociólogo, actualmente es Técnico del Centro Latinoamericano sobre Población (CELAP), coordinador y docente del posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Simón.


[1] Enrique Leff en los conversatorios organizados por CLACSO el 14 de mayo de 2020, sobre Ecología Política de las pandemias, Cuarto Conversatorio, alternativas poscovid: agroecología, educación ambiental y territorios en r-existencia. Afirma que la humanidad al haber sido arrastrada por un modo de comprensión del mundo y que ha derivado en un modo de intervención, pero de intervención drástica, totalitaria y brutal, una intervención sobre los cursos de la vida. La crisis epidemiológica ha sido la liberación de los virus, que han estado hospedados por células de organismos vivos por tanto tiempo como ha habido vida en el planeta. No es un fenómeno natural, aquí hay un fenómeno de los modos y del grado de intervención de la humanidad, por lo que se volvió el modelo o régimen ontológico dominante-hegemónico, que es el motor de la historia, es decir, el régimen del capital.

[2] El ejercicio de la fuerza por parte del gobierno de transición se ha ido manifestado desde los acontecimientos ocurridos en noviembre de 2019, tras la llegada de Áñez a la presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, se produjeron las masacres en las localidades de Sacaba (Ciudad de Cochabamba) y Senkata (Ciudad de El Alto), donde los habitantes  de estas localidades fueron reprimidos por fuerzas militares y policiales, dejando un saldo de 37 muertos y 500 heridos.

[3] En estos seis meses de gestión se han desatado innumerables hechos de corrupción en distintos ministerios. Los hechos de corrupción que tuvieron mayor repercusión: (1) En Entel casos referidos a los finiquitos, aumento de salarios y compra con sobreprecio de fibra óptica, (2) En relación a YPFB el sobreprecio en la compra de diésel, sobreprecio en almuerzos de trabajadores y seguro por millones de dólares, (3) venta de cargos en ministerios, (4) uso indebido de bienes del Estado, (5) compra de respiradores para hospitales con un sobreprecio de cuatro veces el valor de su costo en el mercado y que no tienen mucha utilidad para pacientes que ingresan en terapia intensiva. Estos son algunos de los casos más llamativos que fueron denunciados en medios de comunicación y por ciudadanos en redes sociales.

[4] En una perspectiva irresponsable pretenden introducir en el consumo alimentario de las familias bolivianas productos transgénicos como el trigo o el maíz. En el caso del trigo, siendo el segundo cultivo básico y más sembrado a nivel global, ningún país se ha atrevido a aprobar la producción y comercialización de trigo transgénico por ser un producto de consumo diario y de primera necesidad de las familias, lo cual podría conducir graves problemas a la salud de sus poblaciones.

[5] Algunos representantes de los Ministerios que conforman actualmente el Comité Nacional de Bioseguridad tienen una estrecha vinculación con el empresariado cruceño. Oscar Ortiz, actual ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, fue exgerente de Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (CAINCO); Beatriz Eliane Capobianco, actual  ministra de Desarrollo Rural y Tierras, ex-asesora de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), así como también fue la asesora de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ).

[6] Modelo que rompe la relación de unicidad entre hombre-suelo-herramienta-identidad-cultura […] El agroextractivismo como agricultura dominante y en expansión en el mundo, y ahora en Bolivia, funciona en redes con múltiples actores, financieros  científicos, tecnológicos, productivos, comerciales y políticos, y miles de millones de consumidores de commodities transformados industrialmente en alimentos procesados (Urioste, 2018: 5, citado en  McKay, 2018).

[7] La capacidad de productividad agrícola de la agro industria cruceña es la más baja de la región, 3.000.000 de toneladas métricas año, está muy por debajo comparados con el agronegocio soyero de países como Paraguay 9.400.000 toneladas métricas año, Argentina 57.000.000 toneladas métricas año y Brasil 107.000.000 de toneladas métricas año, datos correspondientes alobservatoriosoja.org periodo 2016. Este factor determina la baja competitividad en el mercado internacional, adicionalmente a que la soya semiprocesada que exporta la agroindustria cruceña disminuye el valor económico de los ingresos que podría recibir si se industrializan estos procesos.

[8] Ben Mckay en el libro Extractivismo agrario: Dinámicas de poder, acumulación y exclusión en Bolivia y en la Memoria de la Conferencia 2018: Madre Tierra. La agenda abandonada, causas y consecuencias, el autor define cuatro características de este modelo extractivista de agricultura capitalista, características de un modelo en crisis que se desarrollaran en las siguientes líneas.  

[9] Acción por la Biodiversidad en el Atlas del Agronegocio transgénico en el Cono Sur, señala que las transnacionales propietarias de las semillas que monopolizan este negoció en el mundo son Bayer-Monsanto (44%), Syngenta (17%), Dow (17%) y Dupont (16%) y otras (6%). 

[10] Con un incremento del  200% de deforestación desde 2015, el país experimenta un vertiginoso viraje de régimen forestal a régimen agrario. La mitad de la deforestación se hace de manera ilegal. Santa Cruz es el departamento que pierde más bosque. (Méndez, 2019).

[11] Los tiempos. Transgénicos: ¿Problema o solución? Debate realizado el pasado 14 de mayo de 2020 entre el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Óscar Mario Justiniano y el director de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque.

[12] El sector agroindustrial mediano y grande, está sujeto al Régimen Agropecuario Unificado, el cual establece la base imponible a partir de la superficie afectada a la actividad agrícola o pecuaria, debiendo pagarse las cuotas fijas por hectárea cada año, hasta la gestión 2015: 26,44 bolivianos por hectárea para actividad agrícola y 1,94 bolivianos por hectárea para actividad pecuaria. 


Referencias bibliográficas
ACCION POR LA BIODIVERSIDAD. (2020). Atlas del agronegocio transgénico en el Cono Sur. Monocultivos, resistencias y propuestas de los pueblos. Ed. Misereor, Buenos Aires-Argentina.

ACOSTA Alberto. (2011). Extractivismo y neoextractivismo: Dos caras de la misma maldición. En Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo. Más allá del desarrollo. Ed. Fundación Rosa Luxemburgo, Quito-Ecuador.

ACOSTA Alberto. (2020). Reecuentro con la Madre Tierra: tarea urgente para enfrentar las pandemias, en Diario El Salto.

CEDIB. (2017). Los organismos genéticamente modificados y los agrotóxicos, Diario El Deber.

ERBOL. (2020). FUNDACIÓN TIERRA, Denuncian “descarada” privatización de tierras fiscales en favor del agro cruceño.

LOS TIEMPOS. (2020). Transgénicos: ¿Problema o solución?

OPINIÓN. (2020). ¿Qué respondieron Evo y Áñez a los pedidos de evaluar semillas de soya transgénica?

MCKAY M. Ben. (2018). Extractivismo Agrario, dinámicas de poder, acumulación y exclusión en Bolivia. Fundación Tierra,  La Paz-Bolivia.

MENDEZ Carolina (2019). Con 200% de deforestación, Bolivia cambia bosques por la agroindustria. Diario Página Siete.

OBSERVATORIO CAMBIO CLIMÁTICO Y DESARROLLO. (2015). 7 datos que debes saber sobre los transgénicos en Bolivia.
https://obccd.org/2015/04/21/7-datos-que-debes-saber-sobre-los-transgenicos-en-bolivia

TIERRA (2019). Memoria Conferencia 2018: Madre Tierra. La agenda abandona, causas y consecuencias. Ed. Fundación Tierra, La Paz-Bolivia.

viernes, 22 de mayo de 2020

¿LOS TRANSGÉNICOS SON PELIGROSOS?

El Decreto Supremo Nº 4232 emitido por el gobierno transitorio de Bolivia, autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos, destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa.
A propósito de esta norma 'pro transgénicos' que amenaza la seguridad y soberanía alimentaria nacional, compartimos vía CuriosaMente, un video muy ilustrativo que responde a la pregunta ¿LOS TRANSGÉNICOS SON PELIGROSOS?
#TengoAlgoQueDecirte:MiraElVideo


LA IMPORTANCIA DE JUGAR EN CASA CON LOS NIÑ@S EN LA CUARENTENA


POR: MIRIAN RAMOS NAVARRO


INTRODUCCIÓN

Estar en casa con los niños no es nada fácil, puede llegar a ser difícil y estresante para los niñ@s y también para los padres. Por ello se dice que el juego se convierte en un gran catalizador de emociones, ayudando a gestionar el estrés, superar el miedo que se pueda llegar a sentir y puedan convertir situaciones desfavorables en oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal para toda la familia.

El juego es una herramienta estrella en este periodo pues nos va a permitir, por un lado, que los niños vivan esta situación desde un entorno afectivo y emocional seguro y estable, al tiempo que van a poder aprender jugando, de un modo diferente al que lo suelen hacer en la escuela, el juego nos aleja de todo lo superfluo y nos conecta con nuestro niño interior, aprendiendo a valorar los instantes más sencillos.


BENEFICIOS DEL JUEGO EN CASA Y EN FAMILIA:

- Dedica un momento cada día para jugar en familia, es importante para los niñ@s que los padres estén presentes en el momento concreto, sin distracciones de dispositivos tecnológicos (móviles, televisión, etc.) y sientan que están conectando con ell@s.

- El tiempo ya no es una excusa, jugar el tiempo que sea necesario, sin mirar al reloj. Ríe y disfruta con los más pequeños. Vuelve a ser un niñ@, da rienda suelta a tu imaginación y crea nuevas aventuras.

- Ser flexible, no entiendas el juego como una obligación más. El juego debe conectar con la necesidad de pasarlo bien y disfrutar de tiempo de calidad en familia.

- Crear un menú de juego que incluya a los miembros de la familia y que permita a los niñ@s jugar solos y también con miembros de diferentes edades, es importante que haya espacios para jugar todos juntos, con padres y hermanos y otros, para que los niñ@s puedan entretenerse. Fomentar los aprendizajes de los niñ@s. Aprovecha el potencial que ofrecen algunos juegos y juguetes para complementar las enseñanzas de la escuela.

BENEFICIOS TERAPEÚTICOS:

- Fortalece el desarrollo motor y las habilidades manipulativas, ya que su motivación le impulsa a realizar acciones deseadas y pone en marcha todo su ser para ejecutarlas.

- Potencia la comprensión y asimilación del entorno y del mundo que le rodea, a través de la representación de situaciones reales en ficticias, acoplándolas a su manera para llegar a comprenderlas.

- Desarrolla la capacidad imaginativa y creativa: cuando el niñ@ utiliza juegos y juguetes orientados a la expresión artística y creativa, como el barro, la plastilina, los lápices de colores, o materiales diversos para dibujar, pintar, moldear, representar, etc.

- Favorece el desarrollo del pensamiento, durante la situación de juego simbólico, el niñ@ resuelve problemas constantemente. Tanto si tiene que pensar qué objeto coger para que represente a un micrófono con el fin de cantar su canción favorita en un escenario imaginado, como si otros niñ@s al crear una historia, tienen que pensar cómo repartirse los papeles para ejercer de mamás o papás. Todo demuestra cómo sus pensamientos y sus capacidades cognitivas están activas durante el tiempo de juego.

- Estimula la capacidad del lenguaje y la comunicación, los juegos ficticios ayudan al niño a poner en práctica su lenguaje, las palabras que hacen falta, nuevas o no, para organizar a su manera una situación de juego. Los coches, muñecas/os, animales, utensilios de cocina, variedad de alimentos de plástico, construcciones, naves espaciales, set de peluquería, médico, policía y mucho más, son buenos aliados para ello.

- Ayuda al desarrollo de la socialización y de la inteligencia emocional, ya que permite al niñ@ aprender y practicar diferentes roles sociales. Cada vez que el niñ@ juega a ser diferentes personajes, experimenta el estar en el lugar de otra persona, por tanto aprende a entender los sentimientos ajenos y también a desarrollar su autoestima. Ejemplo de ello son primero, los juegos de hacer como sí, y luego, los juegos de roles y representaciones con muñecos y con objetos, etc. En un solo acto de juego se pueden expresar e intercambiar emociones tanto positivas como negativas.

- Contribuye al desarrollo emocional porque una de las funciones más importantes que tienen el juego simbólico es la de hacer como “catalizador” de las emociones del niñ@. En ocasiones hay necesidades y deseos que el niñ@ no puede expresar con palabras y que encuentran salida a través del juego, que es el espacio que ayuda al niño a expresar sus inquietudes y sentimientos; espacio en parte protegido y seguro, donde expresa su realidad indirectamente, donde puede descargar sus conflictos, frustraciones, angustias, miedos, etc. y lo hace sobre todo con menos censura y menos resistencia.

EL “TINKU”, RAYMI DEL ENCUENTRO EN COMUNIDADES DE MACHA, NORTE DEL DEPARTAMENTO DE POTOSÍ


POR: ALEX MARIN UÑO ARIVIRI, ELOY AYALA COLQUE Y JAVIER ZÁRATE RIVAS

La fiesta (raymi en quechua) de Tata Vera Cruz Exaltación, se celebra anualmente en la población de Macha y comunidades aledañas, en la que se vive la máxima expresión del “Tinku” (encuentro). Macha es capital del Tinku y cuna del líder quechua Tomás Katari.

El Distrito de Macha fue hasta el año 2019, parte del municipio de Colquechaca, actualmente es la quinta sección municipal San Pedro de Macha de la provincia Chayanta, departamento Potosí.

LA FIESTA DE TATA VERA CRUZ EXALTACIÓN 


El Tinku o fiesta de la cruz encierra todo un ritual del sincretismo religioso en honor al Tata Vera Cruz Exaltación (3 al 6 de mayo) y la ritualidad ancestral por la cruz equilibrada o Chakana, la cual se celebra antiguamente en toda la región de Macha constituida por unas 200 comunidades originarias campesinas las cuales en su totalidad son partícipes de esta fiesta más antigua a la colonización española (pre colonial).

“TINKU”, EL ENCUENTRO

La palabra quechua ‘tinku’ traducida significa “encuentro”, en Macha es el encuentro de los dos grandes ayllus Majasaya y Alasaya y otros ayllus menores, de familias del sector puna (tierras altas) y valles, donde todos se encuentran para celebrar esta fiesta, de ahí proviene la palabra Tinku (1), que mantienen y promocionan sus habitantes.

Esta fiesta es visitada por personas de muchos países por la filosofía que encierra y lo llamativo de sus expresiones (peleas), por esta situación los pobladores de las comunidades de Macha están conscientes que no deben perder esa imagen de ser un centro turístico cada vez más llamativo, centro de una cultura ancestral rica y diversa que promociona los valores de una cosmovisión ligada al universo (cruz del sur).

Macha mediante Ley fue declarada capital del ‘Tinku’ (Ley Nº 237 de 20 de abril de 2012). Esta fiesta además no sólo se festeja en la población de Macha sino en la región norte potosina con 15 municipios, pero también en el sur de Cochabamba, Oruro y casi en todo Potosí centro en la misma fecha. Lo más atractivo de esas fiestas está en la capital Macha constituyéndose en el núcleo de la celebración, reconociéndose como la capital del tinku.

Por todo esto las autoridades municipales y departamentales postularon el tinku de Macha ante la UNESCO para ser reconocidos como patrimonio intangible de la humanidad, lo cual aún está en proceso. Aparentemente las muertes que se presentaban en el tinku (en años anteriores) se han constituido en una de las observaciones de esta entidad internacional.

El tinku en su esencia es una celebración de agradecimiento a la Madre Tierra o Pachamama por todas sus bendiciones dadas a la gente en formas de alimentos, es una fiesta de la complementariedad pues la cruz equilibrada significa eso lo vertical complementado con lo horizontal, la dualidad de la vida expresada en la cruz equilibrada.

LOS ACTORES DE LA FIESTA TATA VERA CRUZ EXALTACIÓN

La fiesta de Tata Vera Cruz Exaltación tiene dos actores principales en la comunidad: el “Alférez” y “Mayora” que son las familias que pasarán la fiesta, dependiendo las comunidades, en algunas deben pasar obligatoriamente como una función social, pero en cambio en otras es voluntario no siendo obligatorio ni rotatorio. Pasar o hacer la fiesta de “Tata Vera Cruz Exaltación” les bendecirá con buena producción, pero esto también representa una responsabilidad con la comunidad, porque el alferado o mayora debe compartir la chicha y la “canquita” (comida típica de la fiesta) preparando una sola olla para compartir con toda la comunidad como símbolo de unidad.

RESPONSABILIDADES DEL ALFEREZ Y MAYORA EN LA COMUNIDAD 


El Alférez durante el año tiene tres responsabilidades, la principal es atender la fiesta del “Tata Vera Cruz Exaltación” haciéndose cargo de la misa en la localidad de Macha, brindando comida y bebida a los participantes del tinku (3,4, y 5 de mayo) tanto en la comunidad y como en la entrada en Macha, otro es en Todos Los Santos (los días 3 y 4 de noviembre) que se realiza el “Virgen Huayño” donde el alférez (hombre y mujer) van visitando con música y baile a todas las familias de la comunidad y por último la tercera en diciembre donde se celebra la “Virgen Misa” para la “Pachamama” o Virgen católica, oficiada por el sacerdote de la parroquia de Macha en el mismo calvario (lugar sagrado) de la comunidad pidiendo buena producción, lluvia, y forraje para el ganado y que no se presente granizo, ni helada; ésta celebración se realiza en época de plena producción en días de Navidad.

El Mayora tiene la responsabilidad principal durante la entrada del tinku en Macha (4 de mayo) controlando y evitando desordenes, exageraciones y borracheras en el grupo castigando con un chicote (látigo) a los infractores, constituyéndose en una autoridad, como un “padre de la comunidad” controlando peleas entre comunidades o sub centralías en coordinación con las autoridades originarias para que no exista conflictos entre vecinos. El Mayora es anfitrión el 6 de mayo atendiendo con comida y bebida a la comunidad.

COMIDA Y BEBIDA PARA LA FIESTA, SÍMBOLO DE ALEGRÍA Y UNIDAD

Los pasantes en agradecimiento a la “Pachamama” (Madre Tierra) pasan la fiesta convidando comida y bebida a los participantes de la misma, para eso se preparan todo el año guardando productos agropecuarios para atenderlos esos días, en algunas comunidades se necesitará mayor cantidad de alimentos que otras por tener más afiliados, a esta fiesta llegan todos los residentes (una vez al año) para encontrarse, visitarse y compartir con su familia. Los pasantes, faltando unas dos semanas preparan la chicha de maíz en comunidades de cabecera de valle y chicha de cebada en puna alta el alférez y el mayora respectivamente.

DÍAS DE LA FIESTA TATA VERA CRUZ EXALTACIÓN

La fiesta Tata Vera Cruz Exaltación inicia el 3 mayo y se realizan diversas actividades en la comunidad. El día 4 se concentran las y los comunarios en la localidad de Macha “Capital del tinku” en una entrada “Ttinkunaku”, fiesta tradicional celebrada desde los tatarabuelos con encuentros y peleas con manos, después con piedras, en eso la comunidad salía con “huarakas” (hondas). Así el 5 de mayo retorna la gente satisfecha y contenta de la fiesta del tinku, para continuar el 6 de mayo en la comunidad. En la actualidad hay unos pocos cambios pero sigue vigente la tradición.

PELEAS EN LA FIESTA

Esta fiesta es muy conocida tanto nacional como internacionalmente por las peleas entre los comunarios en la plaza principal de Macha, pero lo interesante es la filosofía que encierra, pues ese día y no otros anteriores ni posteriores, es cuando se permite resolver disputas individuales o colectivas mediante la pelea cuerpo a cuerpo. Luego de eso se hacen las pases y se celebra entre todos la construcción o reencuentro de relaciones interpersonales e inter comunitarias basadas en el equilibrio y la amistad practicando el ayni (ayuda en reciprocidad) y la minka (trabajo comunitario).

LA MUERTE EN EL TINKU, ES SEÑAL DE QUE LA OFRENDA PROPICIARA UNA BUENA PRODUCCIÓN

Hasta hace algunos años atrás en la fiesta de “Tata Vera Cruz Exaltación” cada año había uno o más muertos pero nunca se ha buscado a los culpables ni hecho justicia, se creía que estaban predestinados -según sus usos y costumbres- considerando la muerte como una ofrenda “Wilancha a la Pachamama” (2) que retribuiría con abundante producción, en cambio si no hay muertos tendrán poca producción agropecuaria, así era visto tradicionalmente pero con los años ha variando bastante considerando la modernidad.

PÉRDIDA DE CONOCIMIENTOS TRADICIONALES 


Las costumbres de las culturas ancestrales están por perderse en los últimos años en cuanto al canto y baile, especialmente como los jula jula y pinquillo siendo reemplazadas ahora por la música de Cds, DVD y flash memory, lo mismo pasa con la vestimenta que de a poco se va perdiendo y con esto destrezas y habilidades de las mujeres en el hilado, teñido y tejido de algunas prendas con sus propias manos, porque en la actualidad se puede adquirir lana sintética y algunas prendas de vestir en feria más baratas, por lo que ya no son elaborados por ellas, con ello se van perdiendo los conocimientos ancestrales especialmente por las jóvenes.

PROMOCIÓN DEL TINKU

Mediante este articulo invitamos a turistas nacionales y extranjeros para conocer, investigar la riqueza cultural y promocionar a nivel nacional e internacional.

(1) Abelardo Colque Vicente, líder de la comunidad Umajila.
(2) Adrián Achu Taquichiri, líder y ex pasante de la fiesta Tata Vera Cruz de la comunidad Huayoma.


EL DESARROLLO INTEGRAL: ¿UNA UTOPÍA?


Por: Claudio Navarro Torrez

Desde la revolución del 9 de abril del 1952 y la primera reforma agraria suscitada en 1963 en el país, se hablaba de un desarrollo integral de las familias del área rural, basado en la distribución y la titulación de la tierra. Esta distribución sin embargo, no fue equitativa, la misma favoreció a una pequeña burguesía y las grandes mayorías se quedaron con tierras muy pequeñas que son insuficientes para su desarrollo. Quienes se desarrollaron fueron los sectores de la pequeña burguesía que crearon pequeñas, medianas y grandes empresas, que en conjunto representaban sólo el 20% de la población boliviana, mientras que el 80% restante conformado por las familias del área rural, sólo producía para el sustento de la familia y el excedente para mantener a la gran masa de gente de las ciudades con costos muy por debajo de los costos de producción.

En la  época de las dictaduras de los años 70, se creó el “Banco Agrícola de Bolivia”, con la finalidad de apoyar el desarrollo integral de las grandes mayorías de la familias campesinas del área rural, su principal función fue otorgar crédito con intereses bajos para el desarrollo agropecuario integral, los créditos otorgados para la producción y desarrollo nuevamente favorecieron a la pequeña burguesía, que sacaron créditos de acuerdo a su tenencia de tierra. Esta política tampoco pudo apoyar al desarrollo integral tan ansiado que se tenía de las grandes mayorías. Finalmente, el Banco Agrícola cerró por las deudas y moras de la pequeña burguesía.

Con la recuperación de la democracia en 1982, en 1994 debido al trabajo de muchas ONGs y del empoderamiento de las organizaciones campesinas, se plantea en el parlamento la “Ley de Participación Popular”, que establece en uno de sus artículos el “Desarrollo Económico Integral”, creándose 314 Alcaldías con asignación directa de presupuestos, de acuerdo a la cantidad de habitantes dentro de la jurisdicción municipal. No obstante, los municipios dieron una mayor atención y énfasis al sector social de salud y  educación, olvidándose del desarrollo productivo.

A partir del año 2005 con la asunción del proceso de cambio, se trabajó desde el Estado central, las Gobernaciones y Municipios, con un apoyo mucho mayor al desarrollo productivo, gracias a ello se construyeron sistemas de riego, pequeños reservorios, atajados y otros a nivel familiar, micro-riegos que benefician a las comunidades, sistemas de riegos a partir de represas que benefician no sólo a pequeñas familias, sino a muchos municipios y zonas de área rural, que demuestran que las familias del área rural ya pueden realizar dos cosechas al año, para de esta manera incrementar la producción agrícola y pecuaria. Sin embargo, esta producción aún es insuficiente porque no se tiene apoyo tecnológico, asesoramiento técnico, los costos de venta de los productos están por debajo de los costos de producción, si bien en el mercado podemos encontrar papa nueva, choclo, haba verde, arveja y otros productos  todo el año, hace unos diez años estos productos sólo se encontraban en el marcado de acuerdo a la época de producción, en función al calendario agrícola que se tenía con el período de lluvias. A pesar de estos avances, continúan algunos problemas como la migración temporal o definitiva, por lo cual es importante impulsar mucho más el proceso de desarrollo económico Integral.

Por eso planteamos la siguiente reflexión sobre los medios de vida, en base nuestra experiencia cotidiana en el campo, en busca de mejores perspectivas:


El “Sistema de Producción en la Vivencia Campesina”  o “Medios de Vida”, es muy importante para asumir el “Desarrollo Económico Local Sostenible” que describimos a continuación:

- Dentro del recuadro celeste, se encuentra remarcado un triángulo en el que se tiene SUELO, PLANTAS, GANADO Y AGUA. Estos cuatro factores de desarrollo integral se manejan en las comunidades rurales, otros factores climáticos son manejados por la Pachamama o la divinidad, como ser el viento, el sol, las lluvias y otros. Empero, las familias también tienen que tener acceso a lo que es EDUCACIÓN y SALUD para satisfacer sus necesidades. Cuando no se produce lo suficiente, la gente MIGRA en busca de generar más recursos para completar su seguridad alimentaria. Asimismo, las familias necesitan CRÉDITOS para el “Desarrollo Económico Integral”.

- Cuando hablamos de SUELO O TIERRA, estamos considerando las tierras de cultivos, las tierras en descanso, las tierras de pastoreo, las tierras de bosquetes, las tierras eriales formadas por piedras y rocas que cumplen una función integral en la comunidad, las mismas no están siendo manejadas adecuadamente por las familias, por lo tanto se tiene problemas de erosión hídrica llegando a producirse incluso cárcavas muy grandes que ya no se pueden controlar, la erosión eólica, el sobre pastoreo, la tala indiscriminada de la cobertura vegetal, que afectan el desarrollo integral y se pierde la sostenibilidad productiva de las parcelas cultivables.

- Cuando hablamos de PLANTA, estamos hablando de todas las plantas y semillas que manejan las familias en el área rural, sin embargo estas semillas en muchos caso han perdido el germoplasma, son semillas cansadas sin refrescamiento, especies frutales, forestales nativas  taladas  sin un criterio de preservación. En ese sentido no se tiene una planificación familiar ni comunal al respecto, lo cual trae un proceso de degeneración de las semillas  que ocasiona baja productividad.

- Cuando hablamos del GANADO, nos referimos al ganado mayor, el ganado menor y la fauna silvestre. Si consideramos el ganado bovino en muchos casos se tiene consanguinidad y el desarrollo es muy lento, lo mismo pasa con el ganado ovino, caprino que es de mucha importancia en el área del altiplano, por lo tanto el desarrollo sostenible de la producción ganadera es muy lenta y a largo plazo.

- Cuando hablamos de AGUA, estamos considerando el agua como uno de los factores más importante para la vida, sin el agua no podría existir ninguna clase de vida, por lo tanto estamos mencionando el agua  de consumo seguro y de riego, felizmente estos últimos años se ha construido diferentes sistemas pequeños de consumo y sistemas de riegos, pero el manejo de estos sistemas esta ocasionando problemas de erosión por el mal uso del agua de riego.

De manera puntual podríamos decir que las familias asentadas en el área rural, si no consideran el manejo ordenado y armónico de estos recursos, el “Desarrollo Económico Integral” no se dará a corto, mediano o largo plazo. Por lo tanto, los Gobiernos Autónomos Municipales, los Gobiernos Autónomos Departamentales y el Nivel Central del Estado, deberán enfocar de manera directa el trabajo en el “Sistema de Producción en la Vivencia Campesina”, ya que el desarrollo de las familias depende en gran medida de los factores internos. Sólo así podremos empezar a escribir el desarrollo con letras de molde y de oro en busca del tan ansiado VIVIR BIEN.